Durante la Semana de la Moda de Nueva York para el otoño-invierno 2011-2012 llevada a cabo del 9 al 17 de febrero en el Lincoln Center de esa ciudad, la diseñadora venezolana Carolina Herrera presentó una colección de líneas puras y con incidencia en las cinturas muy marcadas, con la que rindió homenaje a la mujer actual.
"La inspiración para esta colección han sido las mujeres, la mujer de verdad, no el espíritu femenino", dijo la diseñadora venezolana durante una entrevista.Herrera reforzó la silueta femenina, marcando las cinturas y llevando las faldas, algunas lápiz y otras ligeramente "évasées" (acampanadas), y colocando refinados accesorios como zapatos y cinturones en terciopelo, creación de Manolo Blahnik y Bennett Liberty, respectivamente, así como guantes largos.
A través de sus 41 propuestas, Carolina Herrera presentó a "la mujer elegante y refinada, a la vez que moderna, que sabe muy bien qué llevar y que no es una víctima de la moda".
"Es una mujer con sentido de lo femenino y esta colección está dedicada a ella", subrayó a la diseñadora afincada en Nueva York, que estuvo acompañada por su esposo, Reinaldo Herrera, y su hija Carolina.
Asimismo, explicó que es una colección "cortada con unas líneas muy puras y las telas son fantásticas. Los detalles son muy especiales, muy precisos, con las cinturas muy pequeñas", que aunque puedan evocar otras épocas con esas características, "no son referencia de ningún año".
En cuanto a los tonos para la próxima temporada invernal, CH optó por la gama de los grises marengos y el negro, a veces combinados entre ellos, en otras con piezas de tonalidad chocolate, para ir después a un luminoso azul turquesa, a los tejas anaranjados, amatistas, berenjenas o al rosa palo.
"Hay toques de color en la colección, pero no desde el principio hasta el fin, sino de vez en cuando", precisó.
Herrera realzó las prendas con discretos bordados y también con pieles y recurrió a franelas, lanas, algunas de doble faz o tweeds para abrigos y chaquetas, "cashmere" para los sacos finos, mientras que para blusas y vestidos de noche optó por las sedas, los crêpes, las fallas y el organdí.
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